Contratapa (edición de 1975):
Cosas de las calles, los ómnibus, los paliers, los subtes de Buenos Aires. Contadas con el estilo inconfundible de Luisa Valenzuela: toques de lunfardo que esquivan el anacronismo y perduran, tango y rock pesado entremezclados para crear una nueva armonía, un ritmo veloz, a veces feroz, indetenible. Con varias, muchas gotas de humor. Gente dividida estrictamente en el “arriba” y en el “abajo” de la jerarquía social, vampiros de barrio, consejos ara las horas punta de los subtes, un vendedor de pochoclo que encabeza una marcha. Estaciones de un tren narrativo de vagones múltiples, a veces hiperbreves (un texto de dos-palabras-dos), tan eficaz que ya va por la tercera edición.
Escribió Suzane Rutta en el Village Voice: “Luisa Valenzuela ha inventado un nuevo estilo de escritura: conciso, agudo, metafórico, fantástico y a veces profundo. El sexo suele ser una metáfora para la política. Y la muerte juega su papel”.
Opinó Valerie Gladstone en The New York Times: Los conmovedores cuentos de Luisa Valenzuela -parábolas realmente- son crípticos y poéticos. La autora conoce muy bien tanto la luz como la oscuridad”.